lunes, 23 de junio de 2008

LA IGLESIA DE LA VERA CRUZ(SEGOVIA)

Su atípica forma y su extraña ubicación (aislada en un inhóspito lugar), ha llamado siempre la atención, sobre todo a gente interesada en temas esotéricos.
Una de las curiosidades de esta iglesia es que todo el mundo dice de ella que tiene una planta octogonal... y resulta que es dodecagonal: no tiene ocho sino doce lados.
Es un dodecágono con tres ábsides cilíndricos adosados, una sacristía también cilíndrica y una torre de planta cuadrada.
Su modelo más directo es la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén: tanto en forma como en función; esta iglesia no fue construida para ser templo parroquial ni capilla monástica: es más bien un santuario... o más concretamente, lo que se llama un "martyrium": un templo dedicado a evocar la muerte y resurrección de Cristo.


Popularmente, su origen está ligado a los caballeros templarios, pero no hay base documental para afirmarlo. Los que sí parece que fueron sus fundadores son los caballeros de la Orden del Santo Sepulcro, una orden castellana que consagró la iglesia en el año 1208. En 1531, la iglesia pasó a la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
En 1919 fue declarada Monumento Nacional por la Real Orden del 4 de junio de 1919 y el 31 de mayo de 1951, volvió a tomar posesión de ella la dicha Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, que se ha encargado de su conservación y cuidado hasta ahora.


Otra curiosidad de esta iglesia es que sólo se celebra el culto en ella en bodas y demás celebraciones sociales y el día de Viernes Santo con la procesión del Cristo Yacente y el Lignum Crucis (lo que se supone que es una astilla de la verdadera cruz de Cristo), que comienza en la iglesia de Zamarramala ( el pueblo, ya barrio, que se encuentra en lo alto de la serpenteante [ya no tanto como antes] carretera que hay junto a la Vera Cruz). Es una procesión espectacular con antorchas y cánticos: y los caballeros de la Orden de Malta acompañan al Cristo vestidos con el uniforme de la Orden.



Como casi todo en Segovia, la Vera Cruz también tiene su leyenda:
Se dice que recién inaugurada la iglesia murió un caballero de la orden y que se le dejó dentro de la iglesia durante toda la noche antes de ser enterrado. En un descuido de los demás hermanos de la orden, dejaron solo el cadáver... los grajos entraron en la iglesia y se ensañaron con el cuerpo, que quedó destrozado. Al regresar, el prior de la orden puso el grito en el cielo y espantó a las aves a la vez que las echaba una maldición para que no volviesen a aparecer por la iglesia... la leyenda asegura que nadie ha vuelto a ver grajos sobre el tejado de la Vera Cruz.

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