martes, 14 de julio de 2009

OLITE(NAVARRA)



La ciudad de Olite está situada en el corazón de Navarra, a 40 Km de Pamplona, en una zona donde el relieve accidentado de las sierras de la Navarra Media da paso a las tierras llanas de la Ribera. Erigida sobre un pequeño promontorio (388 metros), su término está recorrido por el río Cidacos, que fue encajonándose en su cauce actual dejando cinco niveles de terrazas fluviales que configuran un relieve de suaves desniveles amesetados en la margen derecha. Hacia el este se levanta la sierra de Ujué (932 metros). Su agradable clima mediterráneo continental, de veranos cálidos y secos, inviernos no muy fríos y poco lluviosos (500 litros/m²), y su cielo despejado, junto a la fertilidad de sus tierras, hizo de Olite un lugar habitado desde la Prehistoria, efectuándose una intensa romanización y siendo posteriormente elegido por los monarcas navarros como sede real.
Castillo-Palacio Real de OLITE

El edificio del Palacio Nuevo, que hoy en día puede visitarse, fue construido entre los años 1402 y 1424, y comprende un complejo conjunto de estancias, jardines y fosos rodeados de altas murallas y rematados por numerosas torres que le dan una espectacular silueta.

El promotor de esta obra fue Carlos III “el Noble” (Rey de Navarra entre 1387 y 1425). Como su sobrenombre indica, a este buen rey de dinastía francesa (Evreux) se le conoce más por su amor por la cultura y la lujosa vida de palacio, que por sus campañas militares, y para dar fe de ello nos dejó este impresionante legado en forma de Castillo-Palacio, que en su día fue uno de los más lujosos de Europa.

Carlos III “el Noble” se casó con Leonor de Trastámara en 1375, y juntos tuvieron ocho hijos, entre ellos Doña Blanca (Reina de Navarra entre 1425 y 1441), madre del Príncipe de Viana. Esta familia disfrutó de la vida relajada de la corte olitense hasta entrado el s. XV. En 1512, con la unión de Navarra a la Corona de Castilla, comenzó el deterioro de nuestro Castillo-Palacio, ya que sólo se utilizó como residencia esporádica de virreyes.

En 1813, durante la Guerra de la Independencia, el Castillo-Palacio fue incendiado por el General navarro Espoz y Mina para evitar que las tropas francesas se hicieran fuertes en él. Toda la decoración interior y parte de la estructura ardieron, quedando semi-derruido y vacío.

En 1923, la Diputación Foral de Navarra convocó un concurso para elaborar un proyecto de restauración. Las obras comenzaron en 1937 y duraron aproximadamente 30 años.

Visitas a bodegas. La visita a una bodega es el mejor complemento a la visita al Museo del Vino, ya que éste nos servirá de introducción a un mundo tan complejo como es la enología y la visita a la bodega nos permitirá poner en práctica todos los conocimientos adquiridos previamente en el Museo.


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