jueves, 18 de marzo de 2010

Sigüenza(Guadalajara)

Sigüenza es ciudad de la provincia de Guadalajara (España) situada en el alto valle del río Henares conocido como el «valle de Sigüenza». Estratégicamente emplazada sobre el valle —etimológicamente su nombre significa 'la que domina el valle'— cumplió una gran función defensiva durante la Edad Media. Sin embargo, se cree que su primitivo emplazamiento estuvo en la otra orilla del río, sobre el cerro del Mirón, donde se han encontrado restos de asentamientos humanos de la Edad del Hierro.

En la época romana la ciudad fue un importante centro de comunicaciones, ya que se encontraba sobre la calzada del Henares. En tiempos de los visigodos su crecimiento continuó alrededor del núcleo central fundado por los romanos. Durante la dominación musulmana el castillo, antigua torre de vigilancia, se convertiría en medina y la Sigüenza baja conservó sus iglesias, donde a los cristianos se les permitía practicar su religión y sus costumbres.


El Castillo

Lo que fue en su origen una alcazaba árabe ampliación de un pequeño castillo visigodo y un castro romano, se encuentra en lo más alto de Sigüenza. Se empezó a construir en el año 1.123 para servir de palacio-fortaleza y residencia de los obispos que fueron señores de la ciudad durante siete siglos. Como tal residencia, será testigo durante siglos de episodios importantes y visitas de personajes históricos.

En el siglo XIX la abolición de los señoríos y la desamortización provocó su abandono, que lo llevaron a la casi total destrucción durante la Guerra Civil, hasta que se inició su restauración y conversión en Parador en 1976.

Todo el conjunto arquitectónico merece ser visitado. Desde las almenas se divisa el panorama completo de la ciudad, cumpliendo perfectamente con su misión defensiva. Una puerta en la muralla nos introduce en el patio de armas, provisto en su centro de un hondo pozo suministrador de agua, imprescindible para resistir largos asedios. En el interior destaca el impresionante Salón del Trono o el Salón Rojo, en el que impartían justicia los obispos.

También dispone de una bonita capilla y una celda donde algunos dicen que vivió, hasta el momento de su destierro, Doña Blanca de Borbón, esposa repudiada por Pedro I el Cruel. Otras teorías suponen su residencia en una de las torres del castillo, que conserva su nombre y desde la que podía contemplar la ciudad y escuchar las campanas de las iglesias de Santiago y San Vicente. Su desdichada historia se escenifica cada año en las Jornadas Medievales.

La Catedral

La catedral, edificio construido en el siglo XII como fortaleza defensiva, es de estilo románico y desarrollada después siguiendo las líneas del gótico. Su aspecto exterior es el de una fortaleza medieval, con dos fuertes torres cuadradas y pórtico románicos y un imponente rosetón, de ahí que se le conozca también como la “Fortis Seguntina”.

Comenzó la construcción en el siglo XII, poco después de la reconquista de la ciudad, conseguida por el obispo don Bernardo de Agén a los árabes, en 1124.
Este obispo fue el promotor de la edificación de una Catedral en Sigüenza, aunque fueron los siguientes obispos los que más impulsaron su construcción. Las obras continuaron, en el aspecto arquitectónico, hasta el s. XVI, aunque en el ornamental duraron dos siglos más, hasta el s. XVIII.

También se han de tener en cuenta las obras de restauración que se llevaron a cabo tras la guerra civil, en 1939. Este desarrollo de la construcción determina la peculiar estructura de la catedral seguntina.

El Museo Diocesano

El Museo está ubicado frente a la Catedral, en uno de los palacios más importantes de la ciudad, de carácter neoclásico, que antes fue banca y hotel. Su fachada luce un blasón en ángulo con las armas de la ilustre familia Gamboa.


Inaugurado por el obispo Don Laureano Castán Lacoma el día 11 de mayo de 1968, reúne aproximadamente 300 piezas de arte sacro e historia, pertenecientes a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, procedente de pequeñas iglesias de la provincia, donde era difícil asegurar su custodia y adecuada conservación.

La iglesia de San Vicente

Junto a la Catedral y a la Iglesia de Santiago forma el triángulo románico de Sigüenza. Está situada en el corazón de la ciudad medieval, en la Travesaña Alta. Al ser conquistada la ciudad un 22 de enero de 1124, festividad de San Vicente Mártir, se decidió convertir al santo en patrón y erigir una parroquia bajo su advocación

Se trata de un templo urbano, igual que la iglesia de Santiago, escoltado por todos sus límites por otras edificaciones civiles.

Da a la calle sólo su portada románica, con arquivoltas ricamente decoradas, coronada, años más tarde, con una pequeña escultura de virgen gótica.

La Casa del Doncel

Frente a la iglesia de San Vicente y a la Travesaña Alta, se abre una plaza que acoge a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. La Casa del Doncel es un bello edificio de estilo gótico civil, ubicado en el corazón de la ciudad medieval, a medio camino entre las Travesañas, la Alta y la Baja, que señalan los límites de este núcleo urbano.

La Casa del Doncel se empezó a construir en el siglo XIII aunque de sus primeros cimientos apenas quedan algunos restos en el sótano. Debió ser completamente levantada entre la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI.

Ha tenido una larga existencia y ha sido morada de un rico mosaico de personajes ilustres: procedentes de importantes familias como los Vázquez de Arce y Sosa, y los Marqueses de Bedmar, cuyos blasones fueron labrados sobre la fachada del edificio.

La Plazuela de la Cárcel

Durante la Edad Media, la plazuela de la Cárcel, fue la Plaza Mayor medieval, ya que acogía los edificios civiles más importantes, como la antigua cárcel, el Ayuntamiento y la posada del Sol, edificios que aún se conservan.


ARCO DEL PORTAL MAYOR

Durante su pontificado, el obispo Simón Girón de Cisneros ordena la construcción de una nueva muralla ampliando el recinto anterior, completando la ciudad medieval, definida a partir de este momento como verdadera ciudad gótica. La nueva muralla es un cinturón fortificado, paralelo al antiguo recinto amurallado que va a incluir en su interior a la judería, extendida hasta entonces fuera de los muros de la ciudad.


La muralla estaba dotada de nuevas puertas, además de la Puerta del Sol y la Puerta del Hierro, que perdía su carácter de puerta exterior de la ciudad: la Puerta del Toril o de la Cañadilla; la Puerta de Medina, lugar de unión de la muralla urbana y la de la iglesia, y el Portal Mayor, la más importante de la ciudad y donde nace el camino real.

PUERTA DEL HIERRO

En la primera Sigüenza medieval era la entrada principal de la ciudad. Además, en el espacio comprendido entre la muralla del siglo XII que alberga esta puerta y la muralla del siglo XV donde se encuentra el Portal Mayor, se situaba la judería.

Morada de los artesanos y comerciantes de Sigüenza, contando con las calles de Bajada del Portal Mayor, Sinagoga y Herreros.

Palacio de los Infantes y Plazuela de las Cruces

El conjunto urbano del barrio de San Roque se completa con el Palacio de Infantes, obra significativa del barroco seguntino, ejecutada por el maestro Bernasconi y situado al pie de la puerta de Campo de la Catedral, en el lugar denominado Callejón de Infantes.


Plaza Mayor

En el siglo XV, el cardenal Mendoza decide derribar un lienzo de la muralla para crear un nuevo espacio diáfano, frente a la Catedral, donde celebrar espectáculos y el mercado semanal. De este modo se diseña una de las más bellas plazas castellanas, la Plaza Mayor de Sigüenza.

De estructura rectangular, a uno de sus lados se levantó una galería porticada para guarecerse los días de lluvia, que llega hasta la Puerta del Toril. Sobre la galería se edificaron casas para el Cabildo que se adornan con escudos.

Palacio Episcopal-Universidad y Monasterio de Jerónimos

Forman un bello y sencillo conjunto arquitectónico construido durante la primera mitad del siglo XVII, cuando se amplían de nuevo los límites de la ciudad.

A él se llega por una explanada presidida, en uno de sus extremos, por una imagen de la Inmaculada.

Ermita del Humilladero

Esta ermita, situada en el borde oeste de la ciudad, es un ejemplo de los pequeños templos ubicados a la entrada de las poblaciones durante los siglos XV y XVI para descanso y evasión de los viajeros y caminantes.

El lugar elegido para su construcción en 1568 es un punto estratégico por presidir un cruce de caminos: la intersección entre el cordel de la Cañada Real que viene desde Alcuneza -carretera de Medinaceli- y el camino que discurría hacia la Corte y que también conducía a Soria y Atienza.

Convento de San Francisco

En el llano de la vega del río, en el extremo oriental del paseo de la Alameda, se alza el antiguo convento de San Francisco, habitado hoy por religiosas ursulinas, importante muestra de los edificios conventuales de la ciudad.


Iglesia de Ntra. Sra. De los Huertos y Monasterio de Clarisas

En la vega del río Henares, se encuentra la iglesia de Santa María de los Huertos, muestra del primer renacimiento castellano. A partir del año 1940 se trasladan a este lugar una comunidad de monjas clarisas y construyen el convento anejo a la iglesia.

La Iglesia es un edificio del siglo XVI, de estilo gótico con decoración plateresca. La portada se adorna con un bello arco escarzano o rebajado y destacan en el remate de la fachada sus gárgolas y arbotantes.

En el patio exterior se enterraba a los pobres y enfermos que morían en el Hospital de San Mateo y desde los primeros años del siglo XIX servirá de cementerio público hasta el año 1906. Precisamente, la última intervención arqueológica en el atrio de la iglesia ha permitido encontrar restos interesantes que aportan nueva luz al estudio de los orígenes de Sigüenza.

ERMITA DE SAN ROQUE

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