lunes, 13 de abril de 2009
Colegiata de Castañeda (Socobio)Cantabria
El origen del monasterio se remontaría al menos al siglo X, y sería fundado por monjes que trajeron alguna reliquia del Lignum Crucis, que determinó su advocación a la Santa Cruz, muy propicia en los siglos altomedievales.
Se suele asegurar su dependencia de la orden benedictina reformada de Cluny (Borgoña, Francia), por lo que sería el único de esta regla en Cantabria.
El auge del monasterio se produciría a lo largo del siglo XII, siendo a finales de este siglo cuando se transforma en Colegiata.
Se construye entonces el actual edificio que carece de claustro y de otras dependencias monasteriales – refrectorio, dormitorio, almacenes-
Los volúmenes se disponen tomando como base la planta de cruz latina, con tres ábsides que se abren hacia el crucero y una sola nave.
La cabecera presenta un ábside mayor y dos laterales de planta semicircular, y se cubren con bóveda de horno o cuarto de esfera. Los canecillos que sostienen los aleros muestran en robusta escultura un amplio repertorio de animales y monstruos, así como algunos motivos juglarescos.
El crucero posee en su tramo central un soberbio cimborrio de planta de octógeno irregular con cúpula sobre trompas.
La única nave de la primitiva edificación tiene tras tramos que se cubrirían con bóvedas de cañón, como la actual, tras una reforma, quizás a finales del siglo XVI.
En su fachada poniente destaca la portada principal, formada por ocho roscas de medio punto. La torre, prismática, de cuatro alturas, con vanos geminados en el piso superior y alero con canecillos, es la única de este tipo conservada en el románico cántabro.
El espacio del presbiterio se cubre con bóveda de horno y de medio cañón.Por la parte inferior de sus muros se extiende una bella armadura ciega, cuyos arcos de medid punto se encuentran “acostados” y embutidos en el muro.
Destacan los capiteles que sostienen los arcos, que muestran una iconografía de aves y leones afrontados y contrapuestos. El crucero corona su tramo central, delante del presbiterio, con una gran cúpula sobre trompas, que toma como modelo la de San Martín de Frómista (Palencia). Algunas de las ventanas de su tambor muestran arcos de herradura, recordando la tradición mozárabe, mientras que otros, de forma apuntada, preludian el gótico.
El retablo mayor hace referencia a escenas evangélicas como la entrada en Jerusalén y la Sagrada Familia.
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