miércoles, 9 de diciembre de 2009

Baquerín de Campos(PALENCIA)

Sólo por la belleza de la iglesia de Santa María de Arbís, que se erige en medio de la Tierra de Baquerín de Campos, junto con el relativamente próximo pueblo de Revilla, son en la actualidad las dos poblaciones más amenazadas por la casi imparable despoblación que atenaza a algunos municipios de la Tierra de Campos. Y eso que lo de la despoblación no es nuevo -aunque algunos crean que sí- por estas tierras de 'pan llevar'.

Viene ocurriendo desde el siglo XV, y si se consultan los antiguos anales, se verá que el número de poblaciones desaparecidas (despoblados) desde entonces es casi incalculable. Dentro del actual término de Baquerín de Campos ya existió otra población que se denominaba Padilla, y que hasta hace unos años subsistió como caserío, del cual ya no quedan ni vestigios.

Sí que es cierto que es muy duro tener que reconocer que una población como Baquerín de Campos haya perdido en un siglo más del 90% de sus vecinos, pues a principios del siglo XX su número de habitantes ascendía a 431 y en la actualidad ronda la treintena. Igual de triste es recorrer su caserío y ver cómo la ruina y el abandono se ceba en muchas de sus viviendas, con la consiguiente depresión psicológica que esta imagen tiene que causar en los que todavía resisten viviendo en el pueblo.

Se trata de un tema que todavía está pendiente de encontrar una solución a nivel local en nuestra tierra. ¿Por qué en estos pequeños pueblos se permite que las viviendas e instalaciones que se vienen a la ruina se perpetúen como tales durante años y años, y a nadie se le obligue a derribar y retirar lo que ya tan sólo son escombros? Y no lo digo sólo por el riesgo físico que en su estado entrañan, que también, sino por el daño moral y psicológico que tiene que suponer para los que conservando y manteniendo en perfectas condiciones su casa al lado, se ven obligados a convivir con un paisaje de ruina, abandono y desolación.

Dicho esto, también les digo que todavía en Baquerín de Campos hay muchas cosas bellas que contemplar. Paisajes, palomares, así como rincones por donde todavía discurre la vida, la actividad laboral y humana, y yo diría que hasta la esperanza, como es el caso de la casa que en la villa tiene instalada la asociación Aldama, constituida en 1984 por profesionales para ofrecer una respuesta práctica y eficaz al fenómeno de la drogodependencia mediante programas de rehabilitación y reinserción.

Iglesia de Santa María de Arbis

En esta localidad se conserva la iglesia parroquial de Santa María de Arbis, obra del siglo XVI, construida en fábrica de sillería, con algunas partes en ladrillo. Está declarada Monumento Histórico-Artístico

2 comentarios:

Mª Angeles B. dijo...

Me gusta muchisimo el tratamiento y procesado que les das a tus trabajos.

Besos

ALEX dijo...

Preciosos pueblos y es una pena que se despueblen de esa manera...me encanta el tratamiento de las fotos...es hdr..no?
te felicito. un abrazo.