Ferrería de Cades. Abandonada en la segunda mitad del siglo XIX tras un siglo de actividad, fue reconstruida e inaugurada en el año 2000. Se trata del primero de los centros de interpretación temáticos abiertos en el marco del Ecomuseo Saja-Nansa. Es una construcción de planta cuadrangular, cubierta por un tejado a dos aguas y semienterrado, que presenta en uno de los extremos dos grandes estancias contiguas, separadas por el muro de bergamazo que alberga la sala de barquines (fuelles) y la del mazo. La maquinaria está accionada por sendas ruedas cuyas paletas eran movidas por el agua recogida en un depósito o antepara, adosado al muro de estolda de la ferrería. Aquella procedía del Nansa, de donde era desviada y traída por un canal de 580 metros de longitud y 2,2 de sección (en la actualidad, la antepara es cargada mediante el empleo de una bomba). Perpendiculares a las dos salas discurren cuatro grandes espacios destinados en origen a almacenar mineral y combustible (carbón vegetal). En el exterior se pueden ver los restos del canal que alimentaba la antepara y junto a ésta las ruinas de un antiguo molino que funcionó hasta mediados del siglo XX. En la ferrería de Cades se producían lingotes de hierro mediante un procedimiento conocido como ‘forja catalana’, que consistía en la obtención directa del hierro a partir del mineral, separándolo de los elementos junto a los cuales aparece mezclado en la naturaleza sin necesidad de fundirlo completamente.
En la visita a la Ferrería de Cades se recorren las naves contiguas de barquines y del mazo reconstruidos conforme a las descripciones históricas (la maquinaria recuperada se puede ver detalladamente en una maqueta) y se ofrece una exhibición del funcionamiento de los fuelles y una demostración de martilleo. En las inmensas salas en las que se almacenaba el combustible se presentan diversos objetos relacionados con la forja acompañados por un despliegue de herramientas fabricadas y/o utilizadas por los herreros dispuestas en varios paneles. Junto al edificio de la ferrería se encuentra una casona con capilla y panera en cuya fachada destaca un balcón de púlpito que sustituye a la solana. En el muro pueden verse dos escudos con los yelmos mirándose sobre cartelas de rollos bajo con las armas de Celis y las de Salceda.
Panera de Cades. Edificio agrícola de una tipología denominada de ‘panera’, fue incoado Bien de Interés Cultural en 1979 y de nuevo en 2003. Sólo existe este caso conocido de panera en Cantabria, es decir, de hórreo alargado con seis patas.
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