Cerca del puente Romano, aguas abajo, están las antiguas aceñas o molinos harineros. Los más interesantes son los llamados de Enmedio y de Kulaib, más conocido, este último, por La Albolafia. El de Kulaib o Albolafia tiene en la actualidad una naura o noria, y que muchos cordobeses hemos visto funcionando simbolicamente. La original se desmontó por orden de Isabel la Católica, que viviendo en el próximo alcázar no podía soportar el ruido que producía el artilugio y ordenó desmontarla. Aquella siqalla o rueda hidráulica la mandó construir Abd al Rahmán II en el molino de Kulaib, para elevar el agua del río y conducirla por un ingenioso acueducto hasta el asr al-Umara (Palacio de los Emires, en la actualidad Palacio Episcopal).
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